Nació en el año 1911 en el pueblo de Bury en Inglaterra, donde recibió la enseñanza primaria, ingresando en la Facultad de Medicina de la Universidad de Manchester, graduándose con honores en el año 1935. Su formación en Ortopedia la realizó en los Hospitales de Manchester y en el de Solford Royal. Su acreditación como especialista coincidió con los prolegómenos de la II Guerra Mundial, por lo que fue movilizado como oficial médico de la Royal Navy, con destino en Oriente Medio.
Concluida la contienda regresó al Hospital de Manchester, donde trabajó a las órdenes del prestigioso ortopedista Harry Platt, ganándose su estima y la reputación de trabajador dotado, además, de una extraordinaria habilidad manual.
En 1946 y después de ampliar su experiencia en el Hospital Ortopédico Robert Jones, fue designado como ortopedista en el Hospital de Manchester. Al año siguiente, publicó su libro “Tratamiento cerrado de las fracturas”, que fue durante años el libro de consulta preferido de los traumatólogos. A partir de 1948 dio a conocer sus investigaciones sobre la artrodesis por compresión de la rodilla, inventando una prensa al efecto que aún se sigue usando. Con la colaboración del Dr. Harry Platt, comenzó a desarrollar la idea del reemplazo total de cadera, consiguiendo imbuir a los rectores de su Hospital de la necesidad de fundar una institución que se llamaría “Centro de Investigación para la Cirugía de Cadera”, entidad que se adjuntó al Hospital Wrightington donde, en 1958 logró materializar sus proyectos, con la creación de una prótesis para la sustitución total de cadera de baja fricción y un elemento fijador compuesto por metil-metacrilato, al que se llamó “cemento”. Este éxito lo alcanzó con la colaboración del Departamento de Bioingeniería de la Universidad de Manchester y técnicos de la Firma Thackray, la cual fabricaría y distribuiría las prótesis desarrolladas por el Dr. Charnley. En una primera etapa utilizó en el acetábulo de su prótesis un revestimiento de Teflón que sustituyó posteriormente por polietileno de alta densidad. Como prueba de su honestidad profesional, se ofreció a cambiar los acetábulos de teflón ya colocados a pacientes intervenidos sin costo alguno para ellos. Otra evidencia de su ética profesional quedó patente en el hecho de que sólo permitió la venta de sus prótesis a los Hospitales cuyos cirujanos ortopédicos se instruyeran en la intervención con él o con sus colaboradores, por ello, el Centro para Cirugía de Cadera de Wrightington se convirtió en lugar de cita obligada para todos los traumatólogos del mundo que querían conocer la moderna intervención de “reemplazo de cadera”, motivo por el cual, en su momento, giraron visita por aquella institución, entre otros, los cirujanos ortopédicos del Hospital Universitario de Canarias, Doctores de la Barreda López y Friend Sicilia, demostrando un encomiable interés por conocer y aplicar una técnica tan innovadora como beneficiosa para los pacientes.
El Dr. Charnley fue el artífice de una prótesis que permitió la deambulación a millones de personas afectas de enfermedades degenerativas de las articulaciones de la cadera y los libró de padecer terribles dolores de por vida, en su virtud, fue distinguido por el gobierno británico con las más altas condecoraciones. Tras una corta pero fulminante dolencia, falleció el 5 de agosto de 1982.
El autor recuerda como en los primeros años 80, desde el Servicio de Aprovisionamiento al que entonces estaba adscrito, se realizaban importaciones de prótesis del Dr. Charnley de la firma Chas F. Thackray, ya que esta sociedad sólo suministraba sus fabricados directamente a los hospitales, obteniéndose un material sensiblemente más barato que el que se adquiere en la actualidad. El ingenio del Dr. Charnley creó los elementos necesarios para que recobrasen la salud parte de la humanidad doliente, por esta razón, su nombre figura entre sus benefactores.
Manuel Dóniz García
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