LA IGLESIA CATOLICA, LA MAYOR PROPIETARIA DE ESPAÑA
Es conveniente que la opinión pública conozca que, a pesar de las palabras del Papa Francisco: “La Iglesia debe ser pobre y humilde”, sin embargo, esta institución ha pasado a ser la mayor y más rica propietaria de bienes raíces de España ya que, en los últimos años, se ha dedicado a registrar a su nombre, todo tipo de fincas, rústicas y urbanas para apropiárselas, con la discutible justificación de que, en ellas, se ejerce su sagrado magisterio.
Todo esto ha sido posible gracias a la Ley Hipotecaria de 1946, una ley franquista que ha permitido que la Iglesia Católica inmatricule a su nombre todo tipo de propiedades, mediante certificaciones emitidas por el obispado, equiparando esta autoridad eclesiástica al funcionario público con facultad de legitimar. Ello significa que, conforme a la vigente Ley Hipotecaria, esta confesión religiosa tiene, a los efectos de inscribir bienes, el mismo tratamiento que el Estado, la Provincia, el Municipio y a otras Corporaciones de Derecho Público. Dicha facultad se concede exclusivamente a esta confesión religiosa y no a otras, lo que demuestra que, aunque el artículo 16.3 de la vigente Constitución afirma:”Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”, la realidad enunciada deja muy mal parado a este principio constitucional.
Como si esto fuera poco, durante el gobierno de José María Aznar (1996-2004) se reformó tendenciosamente el artículo 206 de la Ley Hipotecaria que permite, sólo a la Iglesia Católica, inmatricular los lugares de culto y otras propiedades que no estuvieran previamente registradas, con la sola afirmación que son de su propiedad. Además la Iglesia, como se afirmó previamente, al equipararse a instituciones de derecho público (cuyos gastos se nutren del Presupuesto General del Estado), las costas registrales son ínfimas.
Estas prebendas que la ley da a la Iglesia Católica, con exclusión a otras creencias, son claramente contrarias a la Constitución por lo que, en democracia, debían haberse anulado pero, como en su momento, los partidos de la oposición no expresaron recurso alguno de inconstitucionalidad, esta dejación ha permitido que la Iglesia, versus el Vaticano, se haya apropiado de miles de locales y fincas en toda España.
En la provincia de Navarra, donde históricamente la confesión católica ha tenido máxima relevancia, con respecto al resto del estado español, los responsables de esta confesión, basándose en las prebendas anteriormente descritas, se han apropiado de más de mil bienes, que eran posesiones del patrimonio navarro.
El caso más sangrante de apropiación escandalosa por parte de la Iglesia Católica, ha sido el de la Mezquita de Córdoba, convertida en catedral desde el año 1241. La gente empezó a sospechar porque, de pronto, se cambió el texto de los folletos turísticos, nombrando al edificio como Catedral, añadiendo entre paréntesis la leyenda de “antigua mezquita”. Alguien, extrañado por la modificación, acudió al Registro de la Propiedad y se encontró con la siguiente sorpresa: la mezquita era del Obispado desde el 2 de marzo de 2006, justificándose la inscripción con un documento que decía que era propiedad suya “desde tiempo inmemorial”. Inscribir un bien histórico de primer orden con una superficie de 23.400 metros cuadrados le costó 30 Euros.
Esta afirmación es una falacia porque, si Córdoba fue reconquistada en el año 1.236 por tropas del rey Fernando III de Castilla, la Mezquita de Córdoba pertenece, como mínimo, al estado Español, por ello el Obispado se ha extralimitado en inscribir un bien estatal, lo cual debería de haber sido impedido. Esta realidad ha encrespado a la opinión pública cordobesa que se ha enfrascado en recogida de firmas para solicitar al gobierno la anulación de esta inscripción de propiedad ilegal por parte de la Iglesia Católica.
Para más inri, la UNESCO reconoció en el año 1948 a la Mezquita de Córdoba como Patrimonio de la Humanidad y ha añadido recientemente otra declaración de Bien de Valor Universal Excepcional, en el momento en que se celebra el 775 aniversario de la conversión de la Mezquita en Catedral. Pues bien, si la Mezquita es Patrimonio de la Humanidad, entonces, ¿cómo es posible que se la haya apropiado la Iglesia Católica?
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