HALLAZGO DEL GALEÓN ESPAÑOL SAN JOSÉ EN AGUAS DE COLOMBIA
Últimamente ha ocupado páginas en la prensa nacional e internacional la noticia de la aparición del pecio del naufragio del galeón San José en aguas de Colombia.
Este navío zarpó en unión de una flotilla en el año 1708, probablemente aprovechado los vientos del Oeste que soplaban regularmente a finales de verano. Abandonó el puerto de Cartagena de Indias en el mes de julio, con un cargamento de oro y plata y mercancías varias, pero el 8 de julio de 1708 fue sorprendido por corsarios ingleses que ll echaron a pique, siendo al mismo tiempo la tumba de 600 tripulantes.
El 27 de noviembre de 2015, el gobierno colombiano anunció la aparición del pecio del galeón San José, orquestando desde el primer momento el presidente Juan Manuel Santos con ideas de recuperar el naufragio y apoderarse de cuanto sea su contenido.
Sin embargo, se olvida de que el galeón hendido no era privado, sino propiedad del estado español, lo cual y, según estipula el derecho internacional, el pecio del San José está protegido por la inmunidad soberana, en consecuencia, ningún estado puede tomar ninguna decisión unilateral sobre lo que afecte al buque, sin la conformidad del estado e bandera. A este respecto, y según aparece en el manifiesto de carga del galeón, este conducía en sus bodegas todo tipo de objetos, obras de arte, miles de kilogramos de monedas colonches españolas acuñadas en América, oro y plata en lingotes y gran cantidad de joyas valiosas.
Hasta hace relativo tiempo se entendía que los barcos hallados en las aguas territoriales, pertenecían al país que lo hallaba, pero la Convención de la UNESCO sobre Patrimonio Sub-acuático, se estableció que estos bienes pertenecen a los estados propietarios, a las naciones e incluso a la humanidad, enunciando principios que se refieren al que el patrimonio acuático no será objeto de explotación comercial y se estableció el principio de inmunidad soberana sobre los barcos de guerra. Colombia alega que no firmó el acuerdo de la UNESCO, por lo tanto, no está obligada a respetar la soberanía del arco.
El gobierno español pide respeto a los 600 marinos y soldados para los que el barco es su tumba. Se avecina un litigio internacional como cuando la empresa norteamericana Odyssei extrajo un tesoro de la fragata Las Mercedes, tesoro que tuvo que devolver a su legítimo propietario, España. Tampoco hay que olvidar que, cuando el San José fue hundido, el mar que fue su tumba, también pertenecía al reino español.
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