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EL 7 de marzo de 1939, tal día como hoy hace 75 años, el barco mercante “Castillo de Olite”, un barco ruso con el nombre de Postishev, capturado en aguas del estrecho de Gibraltar, casi al final de la guerra civil española, fue echado a pique frente a Cartagena por las baterías de defensa del puerto. Este navío formaba parte de un convoy de 30 barcos y 25.000 soldados que Franco envió de manera urgente a Cartagena cuando supo que en la noche del 4 de marzo un contingente militar se había sublevado contra coronel Galán, representante del gobierno republicano en la ciudad. Encabezaba la rebelión el general de Infantería de Marina José Barrionuevo, que inmediatamente informó a Franco de que había tomado el control de la ciudad y que necesitaba fuerzas para conservarla. Por otro lado, el mayor de milicias Artemio Precioso se encontraba en Cartagena a las ordenes de Galán en el momento de la sublevación. Después del levantamiento de Barrionuevo consiguió escapar poniéndose al frente de sus hombres, que estaban acampados en los aledaños de la población, marchando sobre ella. A mediodía del domingo día 5, mientras los hombres de Precioso peleaban con los de Barrionuevo por las calles de Cartagena, el “Castillo de Olite” era despachado desde Castellón, embarcando un contingente de soldados, la mayoría gallegos que creían que la ciudad estaba conquistada y navegaban bromeando y cantando al son de sus gaitas. Por fin habían alcanzado el anhelado final de la guerra.
Los hombres de Precioso eran muy aguerridos en combate y desde el principio se vio que aplastarían la rebelión. Barrionuevo seguía reclamando apoyo a Franco, insistiendo en que tenía el control de la ciudad. Sabía que la Flota Republicana interceptaba sus comunicaciones y quiso engañar su almirante con una superioridad inexistente, pero, en realidad al que engañó fue a Franco. Ésa fue la razón principal por que el convoy sobre Cartagena se despachara de manera urgente y precipitada. Después de que la noticia de que Precioso había conseguido sofocar la sublevación de Barrionuevo se hizo pública, Franco dio orden de cancelar la operación, pero el “Castillo de Olite” era un buque lento y carecía de comunicaciones, de modo que continuó confiadamente su navegación rumbo a Cartagena sin que nadie pudiera advertirle de que navegaba directamente a territorio enemigo.
Desde la mar, la entrada en Cartagena puede entenderse como un enorme embudo al final del cual se halla la ciudad. A babor y estribor del navegante se alzan respectivamente las lomas de la Parajola y de Aguilones, que en la guerra estaban coronadas por sendas baterías de artillería de costa.
Para desgracia de los soldados embarcados, cuando el “Castillo de Olite” apareció frente a la ciudad, la Parajola ya había sido reconquistada por los hombres de Precioso, pero no así la batería de Aguilones, desde donde los soldados celebraron la llegada del barco agitando banderas nacionales, persuadidos de que representaban la punta de lanza de la ayuda que esperaban. Por su parte, convencidos de que Cartagena había caído, los soldados del “Castillo de Olite” respondieron al saludo desde las cubiertas del barco izando la bandera falangista. Sus cantos de guerra llegaron a las alturas de la Parajola, desde donde, el capitán al mando de la batería, ordenó abrir fuego sobre ellos. Solo hicieron falta dos certeros disparos para echar a pique el barco en escasos minutos, por lo que la mayor parte de los soldados murieron ahogados en las bodegas, aunque otros muchos fueron víctimas de la explosión. Este hundimiento fue absurdo e innecesario puesto que el 29 de marzo de 1939 Cartagena cayó irremisiblemente en manos de Franco, siendo este naufragio el que más víctimas mortales produjo de la historia de España: 1477 fallecidos. Donde quiera que moren las almas de estos jóvenes soldados, reciban con este mensaje de un servidor un emocionado homenaje en su recuerdo. Descansen en paz.
Manuel Dóniz García
No entiendo bien eso de quien engañó a quien, pues si Barrionuevo dijo que tenia controlada la ciudad, por qué Franco suspendió el envio de tropas, y si no lo tenía por igual motivo debió de no retirarla, no lo entiende sr. Doniz usted como escritor sabrá expresarse mejor que yo.
No entiende eso de quien engañó a quien. A ver Barrionuevo se subleva domina la situacion y pide ayuda a Franco, Franco envia un convoye para consolidar la situacion para posteriormente retirar la misma, pero en que quedamos, ¿estaba o no estaba la ciudad tomada?. No lo entiendo.