Publicado en la Revista TENERIFEWEEK
ACERCA DE LA INMIGRACIÓN ILEGAL
En estos últimos días ha saltado a la palestra de todos los medios de comunicación la fotografía de un grupo de inmigrantes desembarcados de una patera en las costas de Tenerife y que, tras un lapso de tiempo en los que los servicios sanitarios determinaron la situación sanitaria de este grupo de inmigrantes, fueron sacados de un lugar abrupto de la costa en un camión. Este hecho ha sido motivo de polémica y censura, antes de conocer las circunstancias que determinaron este transporte y que lo ha hecho calificar como indigno. Antes de nada debo advertir al lector mal pensado e intransigente que no soy una persona racista ni xenófoba, ahora bien, soy crítico en la forma en que el gobierno de mi nación mal defiende las fronteras de mi país y hasta ahora, las ha hecho permeables a todo tipo de inmigración que a la larga perjudica a la ciudadanía, entre otras razones, porque consume muchos recursos y ayudas sociales que corresponden a los ciudadanos y contribuyentes españoles.
Sabemos que en el pasado, la emigración ha sido muy útil a los propietarios agrícolas y terratenientes de centro y sur de la Península, ya que ha dotado a sus extensas fincas de mano de obra barata y silenciosa que les ha hecho ganar mucho dinero ya que no hay explotación agrícola en la que los hispanoamericanos y subsaharianos no recolecten productos agrarios a precios de risa y sin ninguna reivindicación laboral, pero en las actuales circunstancias, la emigración esta fomentada por enormes mafias marroquíes que engañan a estos infelices, les sacan el poco dinero que tienen y los transportan ilegalmente a un mundo ficticio de prosperidad que tiene en estos momentos más de seis millones de parados y con cientos de miles de familias en el umbral de la pobreza. Esta situación no puede continuar ya que se está produciendo una tremenda paradoja, nuestros jóvenes preparados emigran en búsqueda de empleo y son sustituidos por inmigrantes analfabetos que ya tienen saturado el país, a los que hay que hay que mantener hasta que se integren, consiguiéndose pulso a pulso una nación que paulatinamente se va empobreciendo económica y culturalmente y que hace prever que España en un futuro próximo será un país mucho más pobre e ignorante.
Cualquier nacionalidad de nuestro entorno, cuida celosamente sus fronteras, expulsando a toda aquella persona que llega al país sin seguir los pasos previstos para la emigración legal, todos menos España, aquí entra todo el mundo que le da la gana y que luego genera importantes problemas sociales que hay que solventar con dinero de los contribuyentes.
Imaginen el caso sensible de las Islas Canarias, en la frontera literal con África. Supongan que de repente se producen inmigraciones masivas incontroladas porque llegan subsaharianos por todos lados de la costa y de repente se meten en las islas un millón de inmigrantes que no se podrán controlar sanitariamente por la falta literal de medios, llenos de enfermedades que en África son habituales, sarna, lepra, tuberculosis etc., que harán estas islas insalubres y que, como es lógico como seres humanos que son que necesiten comer al menos dos veces al día, ¿como comerán?, se meterán en nuestras casas y nos robarán. En fin, repito, me dan mucha pena los subsaharianos a los que Europa lleva explotando siglos, a ellos y a los recursos de su países, pero por encima de este sentimiento está mi amor a mi tierra, a mi país y al futuro de mis hijos y de mis demás conciudadanos, por ello, repito, el gobierno debe cuidar nuestras fronteras y aplicar la ley de extranjería a rajatabla. Tampoco estaría demás una campaña de información para evitar la estafa de las mafias y conseguir mejores ayudas de todo tipo de la comunidad internacional para conseguir la paz y la prosperidad en los respectivos países de origen de los inmigrantes.
Manuel Dóniz
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